domingo, 23 de julio de 2017

Timerosal, el veneno de las vacunas.




No solo el aceite de palma mata, también las vacunas con mercurio


   Dos productos, a cual más venenoso, y a pesar de ello con grandes diferencias entre sí. Pues si por un lado el aceite de palma es ingerido en mayores cantidades que el mercurio, La forma de ingestión y la capacidad tóxica de este último hace que sea muchísimo mas venenoso. Y es que entre otros usos el mercurio es usado, cada vez menos afortunadamente, como componente conservante de algunas vacunas. Vacunas que  son aplicadas de forma subcutánea en el cuerpo lo que las hace entrar directamente en el torrente sanguíneo sin pasar por los filtros que supone el sistema digestivo. Y este mercurio, no me cabe la menor duda que tiene grandes efectos tóxicos en el organismo humano y entre ellos el autismo. Y por qué el autismo, porque este mercurio va directamente al cerebro, al cerebro del bebé que en España recibe al menos siete vacunas, las cuales llevan un conservante a base de mercurio llamado timerosal durante los primeros 18 meses de vida. Esta cantidad de vacunas es variable de una comunidad a otra. Pero por ejemplo en el 2002 aún se ponía en Castilla-La Mancha, para desgracia de mi familia.
  
 El sistema de  aplicación directa al torrente sanguíneo que se produce con las vacunas y el hecho de su aplicación en bebes con un organismo sin desarrollar son las causas que el mercurio sea especialmente tóxico y es lo que ha hecho que se multiplique por 15 en los últimos años el autismo y todos los trastornos del espectro autista ya que es a los organismos más delicados a los que atacan con más virulencia las enfermedades y los tóxicos. Y precisamente por ello, no creo que vaya muy descaminado al afirmar que estos tóxicos tengan una gran influencia también, y no solo por la esperanza de vida, el aumento generalizado de enfermedades degenerativas de los adultos como el Alzheimer. Desde mi experiencia personal, como padre de un niño con trastorno del espectro autista, que recibió varias dosis de vacuna cuyo conservante es el timerosal no tengo dudas de que a parte de los factores predisponentes como la edad o incluso genéticos, el factor desencadenante de su enfermedad fueron las vacunas con mercurio en forma de timerosal. Un conservante cuyas pruebas de seguridad se basan en un estudio de 1930 hecho a 22 pacientes moribundos de meningitis y que tras la fundación de la FDA norteamericana en 1938 pasó a dar por bueno su uso sin más pruebas con el argumento de que llevaba usándose ya 8 años. Y lo que es peor que esa misma FDA hizo una valoración en 1982 de la seguridad del uso del timerosal tópicamente y la descartó por que dañaba las células de la piel lesionada y producía alergias, siendo la piel un sitio menos sensible para dar problemas en la salud que la inyección subcutánea. Viendo estos antecedentes, uno piensa que son unos chapuzas los que hacen estas cosas o lo que es peor, que son unos malvados a los que no importa el daño que están haciendo a millones de seres humanos, algo que bajo la cobertura de nuestro bien en muchos casos causa más mal que bien. Y no es que yo esté en contra de las vacunas, pero sí que no creo ni en las vacunas ni en la ciencia como en una religión y por lo tanto la miro siempre con escepticismo, sin negar sus beneficios cuando los tiene, pero sin atacar lo que a todas luces es un negocio con muchas facetas mafiosas.
  
 A estas alturas de mi artículo ustedes pensarán que el objetivo del mismo es denunciar  sin más, las prácticas corruptas y no legitimas de la industria farmacéutica, pero no, hay algo mas y es que en las últimas semanas, en Italia tras la puesta en marcha en Mayo de una ley de vacunación obligatoria que impone multas de hasta 7000 € a los padres que no vacunen a sus hijos obliga a los padres a meter a los niños vacunas aún a sabiendas de que algunas no sean buenas para la salud.  Esto viene al caso por la epidemia de sarampión que sufre el país. Hasta ahí la justificación y los castigos, pero miremos lo que no nos dicen que el 48 % de los casos de sarampión en el mundo se producen en Italia y Rumania, imagínense de donde mayoritariamente son los enfermos de ambos países. Y de todas formas es esta una enfermedad  que hemos pasado sin mayores consecuencias la mayor parte de las personas. Por supuesto, de ahí la incoherencia, y es que mientras están llevando desde Libia hasta 30.000 falsos refugiados semanalmente hasta Italia, los cuales no solo no están vacunados sino que cerca de un 30% de ellos padecen tuberculosis, sida, sífilis y otras enfermedades contagiosas y esto no es malo para los Italianos pero el sarampión sí.
   
 Visto esto solo cabe decir que estamos gobernados por una mafia, la EUROMAFIA, una mafia que hace unos días después de cobrar casi 8000 € al mes en un pleno del parlamento europeo solo se dignaron a acudir al pleno 30 de sus miembros, es decir el presidente del parlamento, otros miembros de la mesa y los parlamentarios de Malta que eran los que iban a hacer un resumen de la presidencia maltesa de la “EUROMAFIA”. Y es esta euromafia, la que alienta la globalización, esa globalización que mete mercurio en las venas de nuestros bebés para prevenirlos de enfermedades que pueden incluso ser menos problemáticas que los efectos de los componentes de esas vacunas, pero si muy lucrativas para las farmacéuticas y trae a Europa millones de de individuos que no se sabe quiénes son ni de dónde vienen, muchos de ellos enfermos de enfermedades contagiosas, terroristas o simplemente delincuentes y es por ello que les digo que la globalización mata y que o acabamos con ella o ella acabará con nosotros.



http://ramblalibre.com/2017/07/23/no-solo-el-aceite-de-palma-mata-tambien-las-vacunas-con-mercurio/